La ciencia en cada época es la resultante de la renovación constante de mirar al mundo, por ello es siempre cambiante e incompleta. En una etapa donde se conocen las manifestaciones de energía y materia, donde la física cuántica habla de “una realidad” que se aprende, se piensa y proyecta. Caminamos hacia nuevos paradigmas de salud.
Pero la homeopatía nace hace 200 años en Alemania, de la mano de Samuel Hahnemann. Se basa en leyes de la naturaleza siendo la principal "Similia Similibus Curentur", curar por el medicamento similar actuando sobre su Fuerza Vital (energía, Qi o Prana). Individualiza el enfermo y no la enfermedad, al igual que la Medicina China actúa sobre el plano físico, mental y energético sin distinguir una barrera tan sólida entre ellos. Ambas terapias introducen una señal de información que reconstituyen la homeostasis energética de cada ser.
El ser humano tiene un principio o Fuerza Vital que le da vida y que al desequilibrarse, ya sea por causas ya emocionales, físicas o psíquicas lo enferma. El medicamento homeopático actúa despertando esta fuerza que estabiliza la totalidad, sin efectos adversos.
Los remedios homeopáticos se elaborados con técnicas especiales de trituración, dilución y sucusión con sustancias naturales de los tres reinos de la naturaleza, mineral, vegetal y animal y son administrados en dosis infinitesimales.
En el 2011 el gobierno suizo elabora el primer informe sobre Homeopatía, primera investigación completa realizada desde la salud pública, (Bornhöft y Matthiessen, 2011). Los autores defienden la efectividad de la homeopatía avalada por la evidencia clínica, la calidad metodológica y aplicabilidad real, y que su práctica profesional puede considerarse segura. Tras un referéndum realizado a la población, el gobierno suizo decidió en enero de 2012 incluir la homeopatía entre sus prestaciones.
Los caminos de la curación son únicos, como las personas, estimulando con dosis mínima el remedio homeopático despierta la energía vital, reconstituyendo la esencia.
"La HOMEOPATÍA es una técnica terapéutica basada en la experimentación humana de la droga que emplea, y supeditada a una teoría inductiva de la enfermedad crónica. Se funda en la específica relación de SIMILITUD entre la enfermedad y el experimento del remedio. Tres principios forman sus características esenciales: 1) el REMEDIO ÚNICO; 2) el REMEDIO SIMILAR Y 3) la DOSIS MÍNIMA" (Dr. Tomás P. Paschero).
