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Las cinco estaciones, el “verano tardío.


La Medicina China vive en comunión con la Naturaleza, reconoce cinco elementos (wǔxíng-五行) y cinco estaciones. La tradición y filosofía china, considera que el período entre el final del verano y el principio del otoño es una estación como “verano tardío”. Es un período corto de intensa metamorfosis, tiempo de la cosecha, de Vendimia .Finalizaron las vacaciones, comienza una nueva etapa.

Periodo conocido como Doyo, dos o tres semanas de transición energética hacia otra estación, tiene aspectos de todas las estaciones, clima caluroso y/o húmedo, y sobre todo variable, también se refleja en el cuerpo y alma, momento de conclusión, quietud y preparación para el cambio. Útil para encauzar el desequilibrio de energía de cualquier órgano sin que los demás sufran las consecuencias

Entre las asociaciones del elemento Tierra están el sabor dulce, los colores amarillos y naranjas, la boca y los labios, la saliva, el bazo y el estómago, la humedad, el canto, la simpatía, el intelecto y la empatía.

Las tradiciones más antiguas colocaban al elemento Tierra en el centro de los 5 elementos, relacionándose con todos los ciclos de la naturaleza y vida. La Tierra es el cimiento de nuestra existencia física, da seguridad, apoyo y estabilidad. Desde tiempos inmemoriales en todas las culturas del mundo, hay una fuerte vinculación entre la Tierra y la madre. Desde que nacemos, es nuestra madre-Tierra quien nos da sustento. La Tierra es fertilidad y al final del verano la naturaleza nos regala su abundancia de la recolección del grano, su selección y la elaboración, para alimentarnos a lo largo del invierno. La Tierra nos alimenta, nos nutre.

El par Zàng-Fǔ (órganos víscera) asociado con la Tierra son el Bazo y el Estómago, que tienen el poder de la transformación y transporte de los alimentos, líquidos, pensamientos y sentimientos .El reino del Bazo (la Tierra) es el del pensamiento, de la reflexión, el ideograma 意, yì. Al estar en el Centro: entre la alegría del sur (Fuego) y el miedo del norte (Agua), entre la ira del este (Madera) y la tristeza del oeste (Metal), modera estos movimientos emocionales a través del pensamiento y la razón. La capacidad de la Tierra es recibir y dar, la emoción de la Tierra debe dirigirse tanto hacia adentro como hacia afuera. El desequilibrio en este elemento, aparece cuando hay exceso de preocupación y contrariedades, bloqueando la energía del Bazo y Estómago, el cuerpo no tiene energía, hay cansancio y acumulación de flema, repercutiendo al resto de órganos. La gente Tierra suele dedicarse demasiado a tareas intelectuales, olvidándose de la parte física, el Bazo gobierna los músculos, por lo que es importante combinar la actividad intelectual con la física.

Lo más importante para mantener la Tierra equilibrada es la alimentación, “somos lo que comemos”, es el momento perfecto para plantearte una dieta más sana, buscando siempre alimentos de temporada. Etapa de alimentos más neutros: ni fríos, ni calientes; ni yin, ni yang; justo en el centro. El sabor que nutre a la Tierra es el dulce natural de las verduras y los cereales. También los alimentos amarillos y anaranjados, como el maíz, la zanahoria, la calabaza. La dieta debería ir cambiando poco a poco de más ligera a más nutritiva, que nos proporcione más combustible para trabajar y que nos caliente según van enfriando los días.

Si la primavera era impulso hacia adelante; el verano disfrutar del presente en máximo energético. El final del verano comienza a digerir e integrar todo lo vivido, es un momento de estabilidad y apoyo. Este es el momento de encontrar nuestro Centro, que nos nutre en cuerpo y alma.

Bibliografía: *Elson M. Haas.La Salud y las Estaciones. Ed. EDAF, S.L. 2010.


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