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Mariposas en el estómago al enamorarnos,se nos hace un nudo en el estómago cuando estamos nerviosos y asustados. No es un capricho del lenguaje que relacionemos la mente con el estómago. Las personas tenemos un segundo cerebro en el intestino, en el cual se alojan unas 100 millones de neuronas, capaces de liberar el 90% de la serotonina, la hormona del bienestar. Estas neuronas interactúan y son protegidas por billones de microbios del intestino (microbiota).
El descubrimiento ha dado lugar a una nueva disciplina: la neurogastroenterología. Michael Gershon, profesor de Anatomía y Biología celular de la Universidad de Columbia USA, escribió el libro “The Second Brain” (El segundo cerebro) en 1999.Según Gershon, “el cerebro intestinal sería capaz de recordar; participaría en la fase del sueño en la que se produce la serotonina y aparentemente representaría la matriz biológica del inconsciente.”
John Cryan, neurocientífico de la Universidad de Cork, Irlanda, postula que hay comunicación intestino-cerebro podría influir en nuestra interacción con los demás. Su investigación demostró que roedores, criados en condiciones estériles, sin microbios intestinales , no tenían respuesta al stress y carecían de habilidad de interactuar con los semejantes. Al ser tratados con un microbio específico, la respuesta frente al estrés se normalizaba y la interacción aparecía.
Según la psicología biodinámica creada por la noruega Gerda Boyesen (1922-2005), cada órgano posee dos funciones: una fisiológica y otra emocional (al igual que la medicina china que postula la relación órganos sentimientos). La función emocional: el psicoperistaltismo es una actividad de regulación del estrés a través de la adrenalina, noradrenalina.
Para la medicina oriental el área del vientre es el centro vital del organismo. El propio Buda decía que “un sabio es aquel cuyo intestino funciona bien”. El Dan-Tien de la medicina tradicional china enseña sobre el «área del vientre, gran océano de energía, océano de Qi». Hara, en las artes marciales japonesas, representa «el vientre, centro vital del hombre. Svadhisthana, en el hinduismo, el chakra del vientre: «Mansión del soplo vital», situado a unos 3 centímetros debajo del ombligo y a una profundidad de unos 4 centímetros, es el centro de gravedad del cuerpo; y el lugar donde se concentra la energía (fuerza, impulso) vital Chi, Ki, Prana.
El cuerpo es un auténtico tesoro que tenemos a nuestra disposición y que solo funciona a plenitud si se le respeta y se le deja actuar sin agresiones externas e internas que lo desequilibren artificialmente.